En el último
caso el sujeto sintáctico es La lluvia intensa y si bien su función
semántica es la de causa del evento que indica el verbo, no hay intención en su
accionar. La posibilidad de hacer implica un acto volitivo que solo podemos
adjudicar a una persona.
Podemos
concluir que el sujeto sintáctico no siempre realiza la acción y que el concepto de que el sujeto es quien realiza la
acción es un "mito gramatical" que la misma escuela se ha ocupado de
difundir, confundiendo al agente, que es una función semántica con el sujeto
que es una función sintáctica.
Graciela Brites
De la escuela primaria y secundaria traemos el
concepto de que el sujeto es quien realiza la acción. Al avanzar en los estudios
gramaticales aprendemos que el sujeto es aquel constituyente que concuerda con
el verbo en número y persona y no necesariamente, realiza una acción. Al
estudiar los papeles temáticos y relacionar la función semántica con la función
sintáctica comprendemos mejor esto.
Si estamos ante la oración “Antonia se angustia en épocas de exámenes.”, el sujeto Antonia experimenta un estado anímico,
en este caso la angustia.
Si tenemos la oración “La remera se ensució con salsa” se puede observar que la remera es sujeto y no realiza ninguna
acción, solo la padece, la recibe, es paciente, es afectado por el verbo. Esto
se puede observar en oraciones de voz pasiva, donde quien realiza efectivamente
la acción es el complemento agente. Por ejemplo: “Los troncos fueron retirados
por los soldados”, Los troncos es
sujeto y quienes realizan la acción de retirarlos son los soldados, que cumplen la función sintáctica de complemento
agente.
También es erróneo afirmar que el sujeto es aquello
de lo que se habla. En la oración “Comenzó el festival de cine”, el sujeto (festival de cine) es tema. Pero en la
oración “Victoria organizó la fiesta de
fin de año”, fiesta de fin de año
es tema y es objeto directo.
De a poco y con trabajo hay que desterrar estos
conceptos erróneos, primero de los docentes y luego, de los alumnos.
Gisela
Cabañez
Los predicados establecen cuántos y qué tipo
de argumentos hacen falta en una oración para lograr la gramaticalidad. Los
predicados establecen con sus argumentos dos tipos de relaciones: una relación
sintáctica y una relación semántica, llamada función semántica o papel temático. Ambas funciones suelen
confundirse, llevando a cometer errores graves en el análisis sintáctico.
Veamos algunos
ejemplos.
El papel temático
agente tiene dos
características principales: el factor humano y el factor volitivo: Joaquín corre. Francisco dibuja. Ambos
argumentos (Joaquín y Francisco) tienen una función semántica de agente, y
cumplen una función sintáctica de sujeto.
Pero ¿qué sucede, por ejemplo, en la oración siguiente? La carta fue escrita por Mariana. El factor humano volitivo recae,
definitivamente, en Mariana. Ella es quien
realiza la acción. Pero ¿qué sucede con su función sintáctica? No es el
sujeto sintáctico, como podemos ver, sino que es un Complemento Agente. Podemos
afirmar que su papel temático no
determina su función sintáctica.
Esta confusión de considerar que la función
temática de un argumento es sinónimo de función sintáctica, nos plantea
reflexiones más profundas acerca de la gramática. El grave error es, tal vez, considerar
al predicado una simple consecuencia del sujeto y no otorgarle a la predicación
su verdadera función de articulador y núcleo de una oración.
En la oración:
[Victoria organizó la fiesta de fin
de año.]
podemos
identificar que el sujeto (Victoria) cumple la función semántica de Agente.
Pero en una oración como
[Antonia se angustia en épocas de
exámenes.]
Antonia, sujeto
también de la oración, cumple una función semántica diferente, ya que el verbo
determina que la predicación no se lleva a cabo, sino que se “sufre” o
“experimenta”. El valor semántico del
verbo determina el papel temático de
su argumento principal, en este caso “Antonia”. Antonia es alcanzada por la predicación, sin
expresar voluntad, sino que la experimenta, por lo tanto su papel temático es
de experimentante.
Esta gran diferencia
entre papel temático y función sintáctica puede verse de manera muy clara en
los sujetos de las oraciones que siguen:
[Comenzó el
festival de cine.]
[La remera se ensució con salsa.]
[La lluvia intensa mejoró el aspecto de esa
ciudad turística.]
Los tres sujetos
tienen en común su factor no-humano y no-volitivo, es decir que queda eliminada
la posibilidad de que estos argumentos sean agentes, ninguno realiza una acción por voluntad propia. En estas
oraciones podemos ver puntualmente que el concepto arraigado en nuestra
gramática tradicional de que “el sujeto es quien realiza la acción” es erróneo,
y que tiende a menospreciar el papel central de la predicación en función de un
sujeto que se piensa como “organizador” de la oración. La riqueza de nuestro
idioma nos permite, incluso, eliminar al sujeto completamente de la oración, y
que de todas formas permanezca identificable en la flexión del verbo conjugado.
Si bien en estas
oraciones los sujetos parecen desempeñar la misma función semántica, hay otros
rasgos que la predicación puntualiza: comenzar,
ensuciar y mejorar exigen de sus
sujetos diferentes papeles temáticos, es decir que exigen diferentes
informaciones a cada uno.
¿Qué comenzó?, ¿qué
se ensució? y ¿qué mejoró? son preguntas que nos dan una idea general de los
papeles temáticos posibles para nuestros argumentos.
En la oración
[Comenzó el
festival de cine.]
su sujeto no
realiza la acción, sino que la recibe, pero sin sufrir ningún cambio físico que
pueda ser percibido. Es decir que su papel temático es Tema.
En la oración
[La remera se ensució con salsa.]
el sujeto
efectivamente no realiza la acción, también la recibe, pero esta vez con un
cambio físico perceptible: la mancha de salsa. Su papel temático es Paciente.
En la oración
[La lluvia
intensa mejoró el aspecto de esa ciudad turística.]
el sujeto logra expresar
cierta condición de fenómeno natural (entidad), es decir que ejerce una acción
(no-volitiva) sobre algo, y puede encontrarse el rasgo causa-consecuencia en
ella. Por lo tanto, su papel temático es Causa.
Con estos ejemplos volvemos
a reflexionar acerca de la función sintáctica del sujeto y sus implicancias
semánticas, y cómo la relación que establece con el verbo es la que determina
su papel temático y no como solemos pensar, igualando función sintáctica y
función semántica de un argumento, sin advertir que en esta diversidad
semántica radica la riqueza de nuestro idioma.
María Cristina Cambareri